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No. 105  LA IDIOSINCRASIA DEL VENEZOLANO EN LA COMUNICACIÓN POR REDES SOCIALES

  • milbreuster
  • 1 feb
  • 4 Min. de lectura

Días atrás mi primo hermano Diego Ramón, me escribió por WhatsApp y entre otras cosas me dijo: te propongo el siguiente tema para tus escritos: “Idiosincrasia del venezolano en la comunicación por redes sociales”. Me quedé pensando sobre el tema planteado por  Diego, e inmediatamente me dije esto es para un Psicólogo Social por ser el especialista que “estudia focalizando el individuo en la sociedad y la incidencia de esta en el individuo ya que lo humano y lo social están estrechamente relacionados y se complementan mutuamente”; sin embargo lo tome desde mi perspectiva y decidí hacerlo, basado en la experiencia adquirida durante mi vida, donde me relacioné a nivel personal y laboral con personas de todas las edades en diferentes ciudades y pueblos de nuestra querida Venezuela;  conviví con sus habitantes, conocí su gastronomía, cultura, economía, folclor, etc.

 

La  Real Academia Española, aceptó y formalizó en el 1869, ante  el mundo hispanohablante la palabra: Idiosincrasia, definiéndola como: “Rasgos, temperamento, carácter, etcétera, distintivos y propios de un individuo o de una colectividad”. Esta palabra proviene de las voces griegas ídios, “singular” y sýnkrasis, “temperamento” y fue utilizada por primera vez, en español, en 1861 - en un intento por describir el modo de ser de los napolitanos- por el escritor, poeta, periodista, político, dramaturgo y diplomático español, que perteneció al realismo literario: Pedro Antonio de Alarcón (1833-1891)

 

Una definición de Redes Sociales: “son plataformas que permiten la interacción social a través de internet. En Venezuela, las redes sociales son una herramienta de comunicación importante para las empresas y los ciudadanos”-

 

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Yo estaba pequeño cuando de repente llegó a Valera estado Trujillo, mi pueblo, “la moda” entre las señoras de elaborar  “colchas” (Cobertura de cama que sirve de adorno y abrigo) de retazos de telas que quedaban muy bonitas. Mi mamá Tarcila, quien se destacó siempre por su agilidad en las manualidades, se fue al Almacén “Mi Tesoro”, en la avenida 10 de Valera, compró un lote grande de retazos e hizo unos hermosos cobertores de esos para todas las camas de la casa. Esta figura quedó grabada  en mi mente y con el pasar del tiempo, afilié ese recuerdo de la colcha con nuestro país y las regiones que la conforman y siempre dije que nos parecíamos a ese sobrecama, donde cada región era un retazo.   Internamente  los venezolanos, con sobrada razón, se han identificado con la región geográfica donde nacieron o se criaron, ellas son: La Insular, Los Andes, Los Llanos, la Oriental, Capital, Central, Guayana, Caribeña, Amazónica y yo le agrego la Zuliana; cada una de ellas tienen sus propias costumbres,  gastronomía, forma de hablar, estamentos sociales, música, las fiestas, el arte, etc. Por ejemplo en el Zulia hablan de “vos” y en mi estado Trujillo también lo hacen, pero le agregan al final una frase en tono subido y amenazador; mi querida amiga Doña María, allá en La Puerta dice así: “Sí, vos sabéis, pero sábelo Dios, que es así”.

 

No puedo dejar de reconocer que a pesar de lo mencionado “ut supra” y de la situación política, económica y social que se está viviendo,  que la idiosincrasia del venezolano, está marcada además, muy particularmente, por una mezcla de resiliencia, creatividad y humor, que hacen la diferencia ante el concierto de las naciones que nos rodean.

 

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Con la llegada de este fenómeno denominado Redes Sociales, al principio  de los años 2000, se ha producido una indetenible serie de cambios con estas nuevas formas de comunicación que tienen como denominador común: el acercamiento y  la unificación de nuestros connacionales, sin importar la región geográfica a la que pertenezcan o se encuentren, que han ampliado las características distintivas de su identidad colectiva, donde las personas interactúan, comparten información y construyen comunidad. Plataformas como YouTube, Facebook, Instagram, X,  TikTok y otros, no solo se utilizan para compartir momentos cotidianos o interactuar con familiares y amigos, sino también para informar, denunciar, crear oportunidades laborales y mantener un sentido de pertenencia en medio de la adversidad.

 

Un elemento de singular importancia en la idiosincrasia del venezolano es el humor, este ha encontrado un nuevo hogar en las redes sociales, ya que él se caracteriza por utilizar cualquier cosa por muy  mala, grave, dolorosa o preocupante que sea, para convertirla en un verdadero chiste, como mecanismo de defensa ante situaciones difíciles así como para conectarnos con los demás. La utilización de memes, emoji, sticker, etc., reflejan esa capacidad de transformar el caos en risa, uniendo a las personas en una especie de catarsis colectiva.

 

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Es de subrayar que las Plataformas antes citadas, han servido a muchos venezolanos, para sobrellevar la crisis económica, empleando su ingenio y creatividad para emprender nuevos proyectos, crear marcas personales, hacer emprendimientos gastronómicos, artísticos, etc. que le abre caminos y notoriedad no sólo en el país sino fuera de él.

 

Desde el punto de vista cultural las redes sociales entretienen, refuerzan la identidad nacional y sirven de punto de conexión con la diáspora, pues permiten que mantengan un lazo emocional con su familia y su tierra.

 

Sin embargo, esta relación no está exenta de desafíos. Siendo una de ellos la polarización política, que se encuentra muy arraigada en la sociedad venezolana; esta también se manifiesta en las redes sociales, creando espacios de confrontación y a veces, de desinformación. Esto pone en evidencia la necesidad de un uso más crítico y responsable de estas plataformas, para que no solo sirvan como un reflejo de la idiosincrasia venezolana, sino también como un catalizador para el cambio y el desarrollo social.

 

Se puede concluir que las redes sociales han pasado a ser una extensión de la idiosincrasia del venezolano, pues actúan como espejo y amplificador de su carácter y reflejan su solidaridad, humor, creatividad y capacidad de resiliencia. Son más que simples herramientas de comunicación: son espacios donde se reafirman las raíces culturales y se construyen nuevas posibilidades en medio de la adversidad. Al mismo tiempo, representan un desafío que requiere equilibrio y responsabilidad, para que continúen siendo un motor positivo en el fortalecimiento de la identidad nacional.

Puerto Ordaz, 30 de enero de 2025

 

MILTON R. ABREU A.     

Coronel Ejército Siglo XX

 
 
 

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