No 107 EL CARNAVAL 2025

Carnaval, fecha esta que me trae  gratos recuerdos de toda una vida. La llegada del Carnaval en mi infancia significaba, aparte de jugar con agua  y de lanzar bombas llenas de este líquido a las personas  que transitaban por las calles, cosa que hacíamos por tradición, sin saber que esta actividad lúdica  transformada en costumbre tuvo su origen en Venecia, Italia, en el siglo XVIII, atendiendo a antiguas celebraciones paganas de la fertilidad y la renovación. También esperábamos con  gran entusiasmo “la fiesta de Carnaval”,  en las escuelas, colegios y liceos, donde se elegían las reinas, quienes luego de su coronación, leían su decreto frente a todos sus súbditos: niños, adolescentes, maestros, profesores y hasta representantes todos  disfrazados. Asimismo en muchas ciudades y pueblos de nuestro país  se celebraban estas festividades entre otras actividades con comparsas y grandes desfiles de carrozas, una más creativa que la otra, en general, el pueblo hacia honor a su ingenio. También se hacían fiestas bailables en las casas, plazas, calles y en los mejores clubes con las mejores  orquestas y conjuntos tanto nacionales como internacionales.

Mucho se ha hablado y escrito sobre la etimología de la palabra carnaval,  esta proviene del latín carne-levare, que significa "quitar la carne", expresión que se usó en la Edad Media para referirse al periodo de celebración previa a la Cuaresma. Esta celebración tiene fecha variable (entre febrero y marzo según el año). Normalmente esta fiesta comienza un jueves lardero, (tradición cristiana que marca el inicio del Carnaval y el último jueves antes de la Cuaresma) y termina el martes siguiente (martes de carnaval); igualmente se dice que estas fiestas paganas se realizaban en honor a Baco, Dios romano del vino.

Representación del Dios Baco

Aquí encontramos un personaje Carismático y desobediente que tiene su origen en una deidad de la mitología griega, cuyos atributos mezclan el sarcasmo, la ironía, la crítica sin filtro y la burla mordaz, este es el llamado  “Rey Momo”, considerado asimismo el Dios de los poetas y narradores, que por sus críticas incisivas hacia otras divinidades, especialmente Hefesto y Afrodita, fue expulsado del Olimpo. El Rey Momo es considerado dueño del Carnaval, su aparición simboliza el comienzo de las fiestas, especialmente en varios carnavales en América Latina: principalmente en los de Brasil; el de Barranquilla, Colombia; el de Veracruz, México y en el de Uruguay.

Representación del Rey Momo

 La tradición del carnaval llega a Venezuela con los expedicionarios europeos quienes trajeron sus costumbres del viejo continente, de jugar con agua, azulillo, huevos y otras sustancias, y así se hizo costumbre festejar el carnaval tanto en los pueblos como en las ciudades, como Caracas,  logrando por muchos años conseguir fama principalmente los que se hacen en Carúpano, estado Sucre;   en Maturín, estado Monagas;  en Puerto Cabello, estado Carabobo; en Mérida, estado Mérida y los del Callao, en el estado Bolívar.

Debo destacar a propósito de estas tradicionales y bastante remotas celebraciones en nuestro país, que nos despertamos hoy con una noticia que no deja de sorprendernos: una prohibición  precisamente en medio de la preparación de los carnavales y de las invitaciones que han hecho ya organismos gubernamentales, alcaldías y gobernaciones, a celebrar el Carnaval y a “elegir reinas y princesas en las comunidades y plazas públicas”. Me refiero a que estas próximas celebraciones carnestolendas nos llegan con una novedad: el Ministerio de Educación mediante el Boletín Informativo No. 16, del 13 de febrero de 2025,  informó a los distintos planteles del país que queda prohibida la elección de las tradicionales reinas de carnaval; allí se asegura  que la elección de las reinas escolares es “una práctica nefasta, una expresión de violencia simbólica contra niñas y jóvenes, que evolucionará con certeza a violencia física y sexual”; igualmente agrega la comunicación: “la violencia contra las niñas y jóvenes afecta su vida, su libertad, dignidad, integridad física, psicológica, sexual, económica; es nuestro deber protegerlas de esto. La transmisión de estereotipos que cosifican y violentan, son temas que debemos traer al debate como docentes, familias y sociedad”.

Caramba no me hubiese gustado terminar este escrito con lo citado “ut supra” y solo me resta concluir  con la expresión: “Cosas veredes, amigo Sancho que non crederes”, que se lo hemos atribuido a los personajes de El Quijote (donde no aparece la cita), pero que en realidad pertenece al “Cantar de Mío Cid”, cuando Rodrigo Díaz de Vivar le dice a Alfonso VI: Muchos males han venido por los reyes que se ausentan... y el monarca contesta: “Cosas tenedes, Cid, que farán fablar las piedras”.

Puerto Ordaz, 27 de febrero de 2025

MILTON R. ABREU A.   

Coronel Ejército Siglo XX