top of page

No. 114 A UN SIGLO DEL NACIMIENTO DE UN ILUSTRE VENEZOLANO

  • milbreuster
  • 4 may
  • 7 Min. de lectura

El 4 de mayo de 1925, nació, Luis Antonio Ramón Porfirio Herrera Campíns, en Acarigua, estado Portuguesa, uno de los estados llaneros de nuestro país. Abogado, periodista, historiador, amante de la poesía y político. Entre sus tantas y relevantes actuaciones, puedo mencionar una de ellas, que el 13 de enero de 1946, junto a Arístides Calvani, Pedro del Corral, José Antonio Pérez Díaz, Hilarión Cardozo y otros dirigentes, fue uno de los fundadores del Partido Político Comité de Organización Política Electoral Independiente (COPEI). En las elecciones generales del año 1978, fue electo como Presidente de Venezuela, por el periodo 1979 a 1984, como el 43° presidente de Venezuela.



Durante su mandato, entre otras muchas cosas, se inauguró el “Metro de Caracas” que transformó la movilidad de la capital; se desarrolló el proyecto Asociación Cultural para el Desarrollo (ACUDE) y la línea cultural de las Bellas Artes de Caracas, que incluyó el Teatro Teresa Carreño y otras edificaciones. Estos aportes al mundo de la cultura hicieron que se le conociera como el “Presidente Cultural”. También ocurrió el 18 de febrero de 1983, el conocido “Viernes Negro”, por la primera devaluación importante del bolívar. A Luis Herrera también lo recordamos por su honestidad, por sus refranes, y por qué no decirlo, por aquello de los “torontos” y por su chofer “Berroterán”.



Luego de este preámbulo, les cuento, que para el año 1983, me encontraba sentando plaza en el Batallón de Infantería de Selva “Mariano Montilla”, en Luepa, estado Bolívar, con el Grado de Mayor del Ejército. Ese año, el 4 de diciembre se efectuaron las “Elecciones Generales de Venezuela”, donde salió electo el Dr. Jaime Ramón Lusinchi, para el período 1.984 – 1.989.



A mediados del mes de febrero del 1984, llegó al comando de la Unidad Táctica un Radiograma, donde se ordenaba mi transferencia para el Regimiento de la Guardia de Honor en la ciudad capital; este cambio me tomó por sorpresa. Tanto el Comandante del Batallón Tcnel. Pedro Nicolás Valencia Vivas como el Comandante de la Brigada de Selva a la cual pertenecíamos, General de Brigada Juan José Bastardo Velásquez, hablaron conmigo sobre los pro y los contras de esa transferencia. Total ante mi deseo de regresar a Caracas, me hicieron la formal despedida, luego de aproximadamente un año de servicio allí. Así pues que salí de esa Unidad de la que guardo muy buenos recuerdos, por las experiencias compartidas con excelentes profesionales del Arma de Infantería; el haber conocido “La Gran Sabana”, en fin era un cambio que me proporcionaba sentimientos encontrados: la alegría de volver a la capital y la tristeza de dejar una excelente Unidad del Ejército Venezolano, que en esos momentos estaba muy bien evaluada.



Llegué a Caracas y de inmediato me presenté en el Regimiento de la Guardia de Honor, donde ya los nuevos cuadros de los profesionales que conformaban esa Unidad Superior, (que habían sido pedidos a las Fuerzas, con nombres y apellidos por los “Jefes” que estaban llegando), estaban hechos. Por supuesto yo no estaba en la lista de los “Jefes” y de inmediato percibí el desagrado por mi presencia; el cargo que llevaba por resolución no me lo dieron, sino que me nombraron Auxiliar del Jefe de Administración y Logística, y paralelamente comenzaron a asignarme cargos adicionales no militares, como por ejemplo: “Jefe de los animales del Cuartel”, era el “extraño del grupo”, Debo aclarar que esta incómoda situación, fue cambiando a medida que pasaba el tiempo y ellos, “los jefes” fueron observando mi trabajo y conociéndome, y por supuesto cambiando su actitud para conmigo, y lejos de irme mal por mi llegada como “paracaidista” me resultó gratificante y muy enriquecedor profesionalmente mi paso por el Regimiento Guardia de Honor.



Para esa época cada ex presidente de la República, tenía una “Escolta Civil” designada por las autoridades civiles del país y un Ayudante Militar designado por la Casa Militar, normalmente era un Oficial con el Grado de Teniente Coronel. Los Oficiales designados eran plaza del Regimiento y estaban a la orden de los ex mandatarios para los actos protocolares, para visitas, en fin para solucionarle los problemas que ellos tuviesen sobre todo en lo protocolar. Al recién salido de la presidencia, el Dr. Luis Herrera, (a quien no lo querían, por haber ahora un gobierno “blanco”), no le habían nombrado su Ayudante, se decía que le correspondía al Tcnel. Álvaro Barboza R. QEPD, quien se movió y por supuesto no lo nombraron. Saben a quién nombraron? al “extraño” del grupo.



Recibí mi nombramiento y me fui para la residencia del Dr. Luis Herrera, en la Urbanización “Los Chorros”, de Caracas, me le presenté y le dije estar a sus órdenes para asistirlo como su “Ayudante Militar”. Así comenzó mi nueva e interesante experiencia con un personaje de la vida nacional. Fueron muchas las actividades (salidas, los actos, las visitas, etc.) que realicé acompañando al Dr. Herrera C., de las cuales guardo gratos recuerdos y que a continuación escribiré algunas de ellas:



- El Jefe de familia: Llegué a su casa para una cumplir una actividad, el Dr. Herrera C. me abrió el mismo la puerta de su casa y me llevó a la sala y me dijo, me espera un momento que termino de vestirme, en ese instante una de las hijas, la menor, ya una señorita, le dice “…papá necesito salir a…”, y el doctor le responde: “ya son las cinco de la tarde, y los muchachos a esta hora, no deben andar en la calle. Atiéndame al Mayor Abreu, mientras yo termino de vestirme…”


- El amigo de los amigos: me llama y me dice que quiere ir para el Reten Judicial de El Junquito (ubicado en la parroquia El Junquito del municipio Libertador, en Caracas), para visitar a un amigo, le dije que haría las coordinaciones del caso. Afortunadamente el Sub director de ese recinto penitenciario era Orosman Azuaje, mi amigo y paisano, a quien llamé y fijamos el día de la visita. Fuimos y se encontró con Nerio Nery Mago, quien había sido Presidente de la CANTV en su gobierno. A la salida, ya en el vehículo me dijo: Nerio Nery es inocente de lo que lo acusan.


. El estadista: en una de las salidas y dentro del vehículo, me dije: le voy a hacer una pregunta para rasparlo, Presidente, le dije: porqué usted construyó, equipó y puso en funcionamiento el hospital de Santa Elena de Uairén (para mi ese hospital era muy grande y tenía todos los servicios, lo cual no me cuadraba para una población tan pequeña, para ese momento ), entonces para mi sorpresa, me explicó con lujo de detalles, desde quien lo construyó, hasta su importancia desde el punto de vista geopolítico…


- El odiado: Salimos en su vehículo, un Mercedes Benz, bastante viejo que no tenía aire acondicionado y por supuesto íbamos con los vidrios de las ventanas abajo; en el puente elevado que estaba en la Plaza Altamira, quedamos metidos en una tremenda cola en la vía del centro. El vehículo que nos quedó a nuestra derecha era conducido por una mujer, que al ver al presidente sacó medio cuerpo por su ventana y le dio una tremenda mentada de madre. El presidente me miró y nos cuajamos de la risa.


- El humano: En una oportunidad bajábamos para la Meseta de Mamo, (sede de la Escuela Naval de Venezuela), a un acto de Graduación de Oficiales y ya en la autopista de bajada a la Guaira, comenzaba a llover y me dice: “mire Mayor, usted sabe en que se parece esta autopista a las niñas viejas”, mi respuesta: no se señor presidente y él me contesta: “en que es muy bonita pero cualquier aguacerito las hecha a perder”


Cada vez que él se montaba en el vehículo, le decía al conductor: “Pedro sintonice a Radio Rumbos”, ésta emisora transmitía novelas, noticias y otros programas. Me llamaba la atención que habiendo tantas emisoras de radio en Caracas, siempre mandaba a colocar a Rumbos. Le pregunté cuál era el motivo, su respuesta: “Mire Mayor esta es la emisora más chismosa de Caracas, es la que informa lo que está pasando en Venezuela en el momento de la ocurrencia”.



En fin fueron múltiples las anécdotas vividas con el ex presidente Dr. Luis Herrera C. durante todo un año y puedo afirmar que era un hombre austero, dedicado por entero a su familia, que no consumía licor (al menos públicamente), amigo de los amigos, de un excelente humor y que como buen llanero era "dicharachero" y "refranero". Debo aclarar que nunca lo vi comiendo “torontos”. Igualmente que con la visita por primera vez a Venezuela, del Papa juan Pablo II, prevista para el 26 de enero de 1985 y por supuesto el presidente Herrera asistiría a los actos protocolares de esta importante visita y yo lo acompañaría, pero motivado a de esta visita Papal, el Comando del Regimiento me designó Jefe de la Seguridad de la Nunciatura Apostólica, donde llegaría el Pontífice y no podía salir de ese recinto durante esos tres días de la visita apostólica; con esta designación, se dio fin a mis funciones de Ayudante Militar del Dr. Luis Herrera C.



El Dr. Herrera C, murió a los 82 años, en Caracas el 9 de noviembre de 2007, por una enfermedad renal y diabetes que sufrió durante sus últimos dos años.

ree


El próximo 4 de mayo se cumple un siglo del nacimiento de este ilustre venezolano, a quien pude conocer bastante bien durante esta experiencia de trabajo, demócrata a carta cabal, cuya vida fue un testimonio de lucha y entrega, un servidor público que se comprometió con el progreso de su patria. Que su ejemplo de “humanidad” nos oriente en este momento histórico. Honremos su memoria construyendo un país donde sus sueños sigan vivos.



Culmino este escrito con una frase de su autoría: "La grandeza de un pueblo no se mide por su riqueza material, sino por su capacidad de soñar y construir juntos".

ree


Puerto Ordaz, 03 de abril de 2025



MILTON R. ABREU A.


Coronel Ejército Siglo XX

 
 
 

Entradas recientes

Ver todo

Comentarios


bottom of page