No.137 LA GUERRILLA Y EL ROBO DEL MUSEO DE BELLAS ARTES DE CARACAS
- milbreuster
- 20 oct
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En esta oportunidad voy a comenzar recordando dos hechos noticiosos que tienen la particularidad de haber dado la vuelta al mundo en “un abrir y cerrar de ojos”, sin importar el país o la fecha de su ocurrencia, como fueron:
El llamado “robo de la Mona Lisa”, cometido por el carpintero italiano Vincenzo Peruggia (autor material), el 21 de agosto de 1911, en el Salón Carré del Museo del Louvre (museo nacional de Francia), de la obra maestra de Leonardo di ser Piero da Vinci, conocido como Leonardo da Vinci: La Gioconda; mejor conocida como “Mona Lisa”, retrato pintado en el siglo XVI que representa a Lisa Gherardini, la esposa del mercader florentino Francesco del Giocondo.
Y el ocurrido el 16 de enero de 1963, en la convulsionada Caracas de esos años, cuando el comando de guerrilla urbana “Livia Gouverneur” de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN) irrumpió en el Museo de Bellas Artes de Caracas durante la exposición Cien años de pintura francesa, llevándose cinco cuadros.
Ambos hechos tuvieron una gran repercusión noticiosa a nivel mundial, llegándose a compararlos. En el caso de la “Mona Lisa”, no solo aumentó la notoriedad de esta pintura, sino que también contribuyó a alimentar el misterio que la rodea. Como acotó la escritora norteamericana R. A. Scotti en su libro El robo de la sonrisa: “Mona Lisa abandonó el Louvre siendo una obra de arte y volvió convertida en un icono”. Y respecto al “hurto criollo”, es el tema que detallaré a continuación:
En 1963, las noveles Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN), a pesar de estar al margen de la ley, en su afán de darse a conocer, realizaron en todo el territorio nacional, con apoyo del régimen comunista cubano de Fidel Castro, una serie de acciones armadas contra el gobierno democrático del presidente Rómulo Betancourt, destacándose entre ellas cuatro operaciones por el alto impacto que causaron en la colectividad venezolana: en el mes de enero, el robo de cinco importantes obras de arte del Museo de Bellas Artes de Caracas; en el mes de febrero, el secuestro del barco de carga Anzoátegui; en agosto, la retención en Caracas del famoso futbolista argentino Alfredo Di Stéfano; y en septiembre, el ataque al tren de El Encanto.
El 21 de diciembre de 1962, el presidente Betancourt dejó inaugurada en el Museo de Bellas Artes de Caracas, bajo la dirección del profesor Miguel Gerónimo Arroyo Castillo, la exposición Cien años de pintura francesa, donde se exhibían famosas pinturas de los museos del Louvre y del Museo de Arte Moderno de París, que habían sido aseguradas en 50 millones de dólares antes de su salida de París con destino a México.

El miércoles 16 de enero, siendo las 3:15 de la tarde, el Museo de Bellas Artes de Caracas estaba repleto de estudiantes de varios liceos de la ciudad capital que habían concurrido en masa por el éxito del evento, el cual había alcanzado ya más de 20 mil espectadores. A esa hora irrumpieron 10 de los 25 guerrilleros que conformaban el comando de la guerrilla urbana denominada “Livia Gouverneur” de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN), a cuya cabeza estaba el cubano Paul Del Río, conocido como “Máximo Canales”. El portero del museo, Gustavo Pérez, dijo que cuatro de ellos portaban subametralladoras y cuatro, revólveres. Encañonaron a los cuatro Guardias Nacionales que se hallaban dentro y, junto a vigilantes y secretarias, fueron encerrados en la sala ubicada a la derecha de la entrada. Una de las guerrilleras, ante la algarabía que se formó, revólver en mano, gritaba: “¡No se asusten! Somos el Movimiento de Liberación Nacional”, hizo un disparo e hirió en la pierna izquierda al liceísta Enrique Martínez.
En esta acción de propaganda política, que duró aproximadamente unos diez minutos, se llevaron cinco obras famosas de la exposición:
De Vincent van Gogh: Flores en un vaso de cobre

De Pablo Picasso: Naturaleza muerta
De Paul Cézanne: Bañistas
De George Braque: Naturaleza muerta con peras
De Paul Gauguin: Naturaleza muerta del abanico
Pasados unos diez minutos, los guerrilleros salieron del museo y, a las puertas de la instalación, los estaban esperando tres vehículos en los que huyeron con rumbo desconocido. La exhibición fue cerrada al público ese mismo día 16 tras el espectacular robo. Una vez que se supo la noticia, los cuerpos policiales se dedicaron a fondo para rescatar las obras hurtadas. Esa noche se allanó la Universidad Central de Venezuela sin resultados positivos. Al día siguiente, la ciudad se convirtió en un manojo de rumores: se decía que los guerrilleros querían cambiar los cuadros por presos políticos y también que Arroyo, el director del museo, sería destituido. La ciudad capital fue prácticamente trancada por “los cuatro costados”. Esa noche del jueves, la guerrilla le hizo llegar, vía telefónica, a la agencia de noticias France Presse la siguiente información: “Escuchen. Habla un miembro de la FALN. En el pipote de la basura, frente a la Jefatura Civil de la Plaza Candelaria, hay un sobre para ustedes”. El mismo contenía un manifiesto donde pedían “disculpas” al pueblo francés y señalaban que no se trataba de un robo, sino de una acción contra el gobierno del presidente Betancourt. Indicaban que las pinturas no sufrirían daño alguno y que serían retenidas mientras el presidente Betancourt prosiguiera en el poder.

“En Francia, los diarios llenaban páginas enteras con los pormenores del secuestro de los cuadros. La Dirección de Museos de Francia sacó un comunicado diciendo que las telas no eran de primera importancia, pero sí sumamente características en la obra de cada uno de los autores. En Caracas, el Museo de Bellas Artes permanecía cerrado, con una camioneta de Guardias Nacionales al frente. Las fronteras estaban cerradas. Se temía que los cuadros fueran sacados a Cuba.”
El tema del momento ocupó grandes espacios en la prensa europea y estadounidense. Se hablaba de la intervención de delegados del Lloyd’s, el más grande asegurador del mundo; de los famosos detectives de Scotland Yard, policía inglesa; la Sûreté Nationale, cuerpo civil de policía nacional de la República Francesa; y la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), principal agencia federal de investigación criminal y servicio de seguridad nacional de los Estados Unidos.
Fueron tres días de intenso trabajo policial: allanamientos, detenciones, cientos de llamadas anónimas que hablaban del local donde tenían las obras de arte, interrogatorios, alcabalas, etc. El día viernes, ya terminando la jornada, se produce un encuentro fortuito en la urbanización La Florida de Caracas entre unos policías y dos muchachos y una mujer que se desplazaban en un vehículo. Ellos fueron identificados con carnets de estudiantes de la UCV: Luis Alberto Monsalve Valdés, cédula de identidad 1.897.085, de 25 años y estudiante de arquitectura; Winston Bermúdez Machado, cédula 2.063.631, de 21 años, estudiante de ingeniería; y ella no portaba identificación. Pero, ¡oh sorpresa!, en el vehículo llevaban los famosos cuadros. Los guerrilleros se dirigían a la residencia, en la urbanización La Florida, del senador Arturo Uslar Pietri, para hacer entrega de las obras hurtadas, lo que quedó evidenciado en una carta de dos cuartillas que había redactado el grupo guerrillero, así como en un recibo donde hacían constar que entregaban esos cuadros al mencionado congresista.
La buena nueva se conoció en rueda de prensa nacional por el Dr. Remberto Uzcátegui Bruzual, director de la Policía Técnica Judicial, acompañado de Miguel Ángel Landáez, ministro de Justicia; Santos Gómez, director de la DIGEPOL; Abraham Baíz, jefe de la Dirección Nacional de Información; Miguel Arroyo, director del museo; el escritor Arturo Croce, director de Cultura y Bellas Artes del Ministerio de Educación, en representación del ministro Reinaldo Leandro Mora; y, a nombre de la Embajada de Francia, Maurice Castell. Raramente, el ministro de Relaciones Interiores, Carlos Andrés Pérez, no estuvo presente.
Las obras hurtadas, después de permanecer unas 74 horas desaparecidas, fueron devueltas el sábado 19 de enero de 1963 al Museo de Bellas Artes de Caracas, en perfectas condiciones, sin haber sufrido deterioro alguno. El museo reabrió al público el 7 de febrero, hasta su clausura el 12.
NOTA: Quiero manifestar que este escrito lo concluí el pasado viernes 17 OCT 25, y ayer domingo me sorprendí con la noticia del espectacular robo del que fue objeto nuevamente el Museo del Louvre, que ya están catalogando como un robo de película: “el robo del siglo”. Como diría la jerga: “…lo reventé.”
Puerto Ordaz, 20 de octubre de 2025
MILTON R. ABREU A.
Coronel Ejército Siglo XX




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